Implementado en las comunidades de Santa Rita y Olopa de Honduras y Guatemala, respectivamente, dentro de la región del Corredor Seco Centroamericano, este proyecto se basa en la evidencia actual recopilada de Aldeas Climáticamente Inteligentes (CSV) sobre Agricultura Climáticamente Inteligente (CSA), generando así evidencia científica sólida sobre la efectividad de la adaptación basada en ecosistemas (EbA).
El proyecto implementó prácticas agrícolas para recuperar agroecosistemas mediante el uso de información agroclimática y la mejora de los servicios ecosistémicos de los sistemas de producción agrícola. Además, el proyecto contribuye a la formulación de políticas públicas para fortalecer la implementación intersectorial de enfoques de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE). Al combinar metodologías participativas y un diálogo efectivo entre la ciencia y el conocimiento local, reduciendo la brecha entre las distintas escalas de formulación de políticas y contribuyendo al intercambio de conocimientos a través de la investigación colaborativa, este proyecto demostró los beneficios de la AbE en contextos agrícolas.
Actualización del proyecto
El proyecto “Aldeas Climáticamente Inteligentes como Plataformas de Innovación Local para la Adaptación Basada en Ecosistemas” se implementó en Olopa (Guatemala) y Santa Rita (Honduras), dentro del Corredor Seco Centroamericano, una de las regiones más vulnerables al cambio climático. Su principal objetivo fue fortalecer la resiliencia de las comunidades rurales mediante la integración de enfoques de CSA y AbE, promoviendo soluciones sostenibles para abordar la variabilidad climática y los riesgos.
Financiada por el Fondo Global AbE e implementada en alianza con organizaciones locales (ASORECH en Guatemala y CASM en Honduras), la iniciativa buscó reducir la vulnerabilidad agroclimática a través de investigación participativa, capacitación comunitaria y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles.
Los logros clave incluyen:
- Fortalecimiento de las capacidades locales para acceder y aplicar información agroclimática para una mejor toma de decisiones.
- Mejorar la seguridad alimentaria y la diversificación de cultivos, conduciendo a mayores niveles de autosuficiencia.
- Mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones productivas y comunitarias, promoviendo la equidad de género.
- Mejora de la productividad y la resiliencia agrícola, con aumentos en el rendimiento del café, el maíz y el frijol, mejor conservación del suelo y el agua y mayor diversificación agroecológica.
- Reducción de emisiones de CO₂ en los sistemas de producción (hasta 76% en maíz en Honduras y 38% en café en Guatemala).
- Mejora de la cohesión social y el capital comunitario, reduciendo la vulnerabilidad en el capital humano, social y natural.
Las recomendaciones de políticas derivadas del proyecto enfatizan la necesidad de:
- Integrar y alinear los enfoques de AbE y CSA dentro de los programas nacionales y locales.
- Promover prácticas rentables y de alto impacto como zanjas de contorno, barreras vivas, sistemas agroforestales y fertilización orgánica.
- Facilitar mecanismos de financiamiento accesibles y asistencia técnica inclusiva.
- Apoyar la formación continua con un fuerte enfoque en mujeres y jóvenes.
- Incorporar los hallazgos en políticas climáticas como los Planes de Acción Nacionales sobre el Cambio Climático (PANC) y las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN).
En conclusión, el proyecto demuestra que los CSV son modelos efectivos para mejorar la resiliencia climática y la sostenibilidad del sistema agroalimentario en las comunidades rurales de Centroamérica, con un fuerte potencial de replicación y escalamiento en otros territorios vulnerables.
Logros del proyecto
- Fortalecimiento de capacidades: Se realizaron más de 80 capacitaciones a agricultores y se capacitaron a más de 100 profesionales de 30 organizaciones, incluidos 27 egresados de un diplomado especializado en extensión agrícola innovadora.
- Participación de mujeres: La participación femenina fue excepcionalmente alta: 75% de participantes en Santa Rita (Honduras) y 87% en Olopa (Guatemala).
- Productividad del cultivo: En Honduras, la variedad de frijol SEF 70 alcanzó rendimientos de 2,742 kg/ha, aproximadamente 340% superiores al promedio nacional.
- Reducción de emisiones: La implementación de prácticas de AbE/CSA redujo las emisiones de CO₂ hasta en 761 TP3T en maíz (Honduras) y 381 TP3T en sistemas de café (Guatemala).
- Seguridad alimentaria y resiliencia: En Santa Rita, 75% de hogares agrícolas reportaron una mejora en su autosuficiencia alimentaria gracias a la producción en las fincas y a la adopción de prácticas como la agroforestería y la recolección de agua.
Estado del proyecto
Finalizado – 31 de agosto de 2024